Restauración 33. Obra viva
Siéntense cómodos que este es un post largo, largo y con final feliz !!!!!!!!!!
Antes de ir al agua faltaba abordar el gran momento de pintar la obra muerta y conseguir que el Alea fuera NUESTRO velero, ese con el que habíamos soñado desde el principio, ese con una imagen única y que íbamos a reconocer entre cientos... nuestra casa
Este era el Alea cuando lo compramos
Este es el Alea con el que nosotros habíamos soñado
Y este es el "así se hizo"
Cuando lo compramos, la obra viva tenía bastante mal aspecto, y ni que decir de la cubierta después de retirar la teca y soldar. Sin embargo la obra muerta estaba bien en cuanto a óxido -no había nada en absoluto- pero estaba pintada con epoxy sin capa de finalización. El epoxy expuesto al sol durante un tiempo pierde cualidades, al tocarlo dejaba ir un polvillo...
Esta zona del barco no está arenada, pero no podíamos ponernos a pintar directamente sobre ella así que dedicamos unos días a lijarla concienzudamente y dejarla en el mejor estado posible
el trabajo de lijar lo hemos hecho entre los dos... pero me encanta salir en fotos subida en el andamio...
Hay que explicar aquí que el casco del Alea no tiene unas formas perfectas. Es un barco de acero en el que son visibles las soldaduras en algunos puntos. Es posible -a base de masilla, lijado y mucho trabajo- dejarlo con unas formas impecables, cual barco de fibra. Eso habría supuesto un mes mínimo de trabajo. Ya hemos dicho antes que estamos buscando el equilibrio entre el trabajo bien hecho y la posibilidad de largar amarras lo antes posible.
Valorado el trabajo, el tiempo y el resultado; atendiendo a que el barco es de pantoques vivos y no de casco redondeado... decidimos lijar y masillar sólo lo más visible y mantener esas "imperfecciones" que no son técnicas sino estéticas.
Ahora nos parece que eso le da carácter y personalidad... en resumen: que si la base de un buen resultado es una buena preparación de la superficie a pintar, el casco del Alea fue lijado, mínimamente masillado y tratado con un cariño exquisito, pero sin aspirar a la perfección.
Este es el aspecto del barco después de la sesión de lija
A partir de aquí tocaba "empaquetar" el barco para que con la pistola no se nos ensuciase lo que ya estaba pintado. Primero lo intentamos con plásticos, pero como tantas otras veces el clima no nos era del todo propicio y el viento nos deshizo el trabajo un par de veces, así que el tercer día decidimos envolverlo todo en papel de embalar: mucho mejor sin duda (gracias a los cielos que no le dio también por llover!!)
Habíamos decidido pintar con pistola. Para ello compramos una semiprofesional de la que nos hablaron maravillas. Con el mástil no le habíamos cogido de todo el punto -nos apañábamos mejor con otra pistola mucho más sencilla, de bricolage- pero con todo preparado, nos pusimos manos a la obra con nuestra nueva herramienta.
Aquí el momento del primer toque de color que besó el Alea
Según Johan tenía que ser posible pintar uno de los costados del barco en aproximadamente 2 horas... sin embargo pronto vimos que algo no iba bien. El trabajo adelantaba con una lentitud exasperante; tardamos 8 horas en llegar a la popa. La pintura no cubría bien, la pistola no funcionaba bien... yo ya no quería ni oir hablar del barco. Día de crisis existencial ¡con la ilusión que teníamos por que llegara este momento!!!!!!!!!
Yo pensaba que el problema derivaba únicamente del color de la pintura. Ya no quería un barco naranja, el color de la cubierta había tapado sin problemas el rojo del fondo... quería un barco blanco, o azul...
Johan -afortunadamente mucho más racional- se pasó horas en internet buscando dónde estaba el fallo, para subsanarlo y seguir con nuestros planes.
De ahí extrajo varias conclusiones que pueden ser útiles para quien se encuentre en el mismo punto
a.- antes de pintar es importante dar una base de color gris ya que sobre ella se reciben mejor y de forma más uniforme cualquier color de finalizado
b.- la pistola debe tener una posición concreta para pintar en óvalos (o sea, hay que saber bien cuál es su funcionamiento)
c.- es importante que la pintura tenga una viscosidad correcta
pero algo más fallaba y no sabíamos qué
Al día siguiente volvimos a la carga
Como un equípo bien coordinado, Johan con la pistola y yo de asistente (mezclando, acercando la pintura, moviendo el andamio) todo seguís igual; en ese momento se produjo otro de los acontecimientos casi mágicos... se acercó a mirar uno de los pintores. Estaba claro que no quería hacer comentarios sobre nuestro trabajo, casi se iba cuando se giró y nos dijo "os falta caudal de aire para esa pistola" y se fue.
Rápidamente saqué los otros dos compresores (los que habíamos utilizado para el chorreo) los conecté y MILAGRO... la pistola funcionaba tal y como debía, el trabajo adelantaba a una velocidad de vértigo -o sea, normal- y aunque una segunda capa no era suficiente -daríamos hasta cuatro- el trabajo ya no era una montaña imposible, sólo era otro trabajo más.
Conclusión: habíamos comprado una pistola HVLP, lo que significa de alto volumen y baja presión; son pistolas con mejor rendimiento -más pintura llega al objeto que con una pistola clásica- pero necesita unos buenos pulmones.
Así en unos días el barco era NARANJA!!!!!! Hay gente que nos pregunta si es la imprimación... pero no hacemos mucho caso...
Faltaba darle el toque "chic" así que pese a que nos decían que hacer rayitas era un lío, que mejor comprarmos vinilo y demás, cabezones como somos, encintamos el barco y lo volvimos a empaquetar dejando apenas nada descubierto. Parecía -de verdad- un regalo de cumpleaños
De nuevo pistola en mano, pintamos las zonas marcadas. Después destapamos nuestro regalo y el resultado fue impresionante (al menos para nosotros, claro)
Yo me pegué un hartón de llorar, Johan se aguantó las lágrimas y nos pasamos un buen rato ahí, abrazados y quietos mirándo, como quien está frente al Macchu Picchu o las pirámides de Egipto, como si estuviéramos viendo una puesta de sol inolvidable, completamente traspuestos de felicidad
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un regalito de Johan
Ahora sólo faltaba la patente. Prontito vamos a echarlo al agua -la próxima semana- y vamos a darle 3 capas. Para este trabajazo hemos tenido un par de ayudantes -Cristina y Pilar- que nos han echado un cable!!!
Y nuestro sueño ya tiene forma... en unos días lo recibirá el mar
el barco sigue con las cintas porque le falta la última capa de patente... justo antes de ir al agua
Esperamos poder compartir toda esta alegría con vosotros el próximo 13 de septiembre!!!!
hasta entonces, tenemos que seguir trabajando.